Una de las terminologías inmobiliarias que es importante conocer es el valor hipotecario o costo de hipoteca. El valor hipotecario, en términos simples, se trata de la estimación que tiene un inmueble luego de haber calculado una tasación que determinará su valía futura. Cabe destacar que el valor hipotecario es libre de condiciones especulativas, por ende, se trata de una evaluación correcta de todos los aspectos del inmueble a largo plazo.
Tipos de hipotecas
Después de conocer el valor hipotecario de un inmueble es necesario conocer las características de los tipos de hipotecas para saber de qué forma pueden variar y cómo esto afecta la amortización mensual del contrato hipotecario.
- Hipoteca fija
La hipoteca fija es aquella cuyo valor se mantendrá estable con el tiempo y sin importar los cambios producidos en el mercado inmobiliario. Por lo general, al momento de establecer un contrato hipotecario fijo, los gastos asociados a la hipoteca son conocidos y se establece que el préstamo no variará con el tiempo.
- Hipoteca variable
A diferencia de la hipoteca fija, este tipo de hipoteca se caracteriza por tener un valor variable, lo que significa que dependiendo de cómo esté el mercado inmobiliario en el momento, la cuota mensual puede subir o bajar. Además, la hipoteca variable está ligado al índice Euríbor, un tipo de interés que se aplica únicamente a los bancos europeos y el cual suele variar su valor porcentual a diario.
Cabe destacar que en las hipotecas variables también se toman en cuenta el interés diferencial, el cual forma parte del índice de referencia. Por ejemplo, si al momento de firmar el contrato hipotecario el valor del Euríbor está en 3% y el interés diferencial en 2%, el interés total a aplicar en la hipoteca variable será 5%.
Claro, estos porcentajes son a motivo de ejemplo, puesto que los valores suelen cambiar mensualmente, por ello se recomienda verificar el índice porcentual de ambos intereses a diario.
- Hipoteca mixta
Este tipo de hipoteca es una combinación de la hipoteca fija y la mixta. Por ejemplo, al pagar una cuota fija durante un tiempo (hipoteca fija), al culminar el periodo el monto a pagar puede tener una tarifa variable, es decir, diferente a la que tenía en un principio. A este cambio se lo conoce como hipoteca mixta, puesto que funciona como una hipoteca fija al inicio y posteriormente puede cambiar a una hipoteca variable.