Anualmente los dueños de bienes inmuebles, como garajes, locales comerciales, chalets y viviendas, deben abonar un tributo denominado IBI por la simple tenencia. La recaudación del mismo es considerada una de las mayores fuentes de ingreso de los ayuntamientos, motivo por el cual sigue en aumento la cifra por pagar.
Además de que para muchos su funcionamiento es desconocido, lo mismo ocurre con la forma de calcularlo, por tanto, el IBI resulta ser un tema delicado entre los propietarios.
El Impuesto sobre Bienes Inmuebles, IBI,no debe ser cancelado por todos los dueños, ya que existen ciertas consideraciones que se toman en cuenta para exonerar del pago a ciertos grupos, punto que analizaremos más adelante.
Del mismo modo, cuando el contrato de arrendamiento estipula que el inquilino será el encargado de pagarlo, este aunque no sea el dueño de la propiedad tendrá que hacerlo.
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¿Cómo calcular el IBI?
Cada ayuntamiento determina cuánto deben cancelar las propiedades que se ubican dentro de sus márgenes. Para calcularlo se empieza con la aplicación de un coeficiente de 0,4% al 1,3% (en el caso de los inmuebles urbanos) al valor catastral del bien, relacionado con el valor del suelo donde está asentado, el estado de la conservación, entre otros elementos.
Para conocer el valor catastral de una propiedad se debe consultar a Catastro, o este dato puede encontrarse en el recibo del IBIque les llega a los dueños año a año. La suma que arroja no debe superar el 50% del valor de mercado de la propiedad en cuestión.
Las cantidades muestran una variación según el municipio donde se encuentren, y esas variaciones dependen de si se trata de una capital, de una localidad más apartada, o de los servicios públicos que esta ofrece.
Los ayuntamientos pueden además adicionar bonificaciones o reducciones valiéndose de lo reseñado en la ley o su criterio, razón por la cual la Cruz Roja, la Iglesia Católica y las embajadas de los países extranjeros están exentas del IBI.
El valor catastral de una vivienda
El valor catastral que se emplea en el cálculo del IBI es emitido por Catastro y se determina teniendo en cuenta los siguientes criterios:
1) El lugar donde está ubicada la propiedad
2) El valor de mercado que se calcula para cada vivienda
3) La suma final de ejecución de la construcción que posea
4) Los tributos que se cargan según la construcción o la calidad de la misma
5) La antigüedad que tenga el edificio, entre otros aspectos.
El valor catastral que resulte debe estar por debajo del precio que el inmueble tenga en el mercado, tal vez ronde la mitad. Estos valores deben ser evaluados cada 10 años, y generalmente producen un alza, lo que de la misma forma eleva el importe a abonar.
¿Quién tiene que pagar el IBI?
Casi todos los propietarios deben pagar IBI, sin embargo existe un pequeño grupo de bienes inmuebles que quedan exentos del pago, como hemos comentado anteriormente. Entre esos casos tenemos:
– Los inmuebles que son propiedad del Estado, los relacionados con la seguridad y los de las entidades locales.
– Los que están catalogados como patrimonio histórico
– Los servicios educativos, colegios, comisarías o cárceles
– Los inmuebles de la Cruz Roja
– Las sedes diplomáticas de otros países, como embajadas
– Los del Estado que se dedican a la defensa nacional
– Los inmuebles más antiguos de las ciudades más grandes, o grupos confesionales no católicos, pero que han sido reconocidos de forma legal.
Bonificaciones por el pago del IBI
Por la cancelación del IBI ciertas bonificaciones generales son emitidas, como las de las viviendas de protección oficial (VPO), debido a que gozan de un descuento de 50% por los tres primeros años, o como la bonificación del 95% de los bienes rústicos de las cooperativas agrarias.
En el caso de Madrid, se fijó una bonificación por las familias numerosas, dejando ver que cada ayuntamiento puede establecer estos beneficios según sus leyes municipales.
A los que domicilian el pago del recibo en entidades bancarias en Madrid reciben un descuento de 5% y en Barcelona este monto es de 2% de ahorro, siendo otro ejemplo de cómo las leyes locales pueden agregar ciertas ventajas ante condiciones específicas.
Cómo se paga el IBI
Entre las modalidades para cancelar el IBI se encuentran:
– Efectivo, en las oficinas de recaudación dispuestas por cada ayuntamiento.
– En las oficinas bancarias.
– Por domiciliación de pagos en los bancos.
Como se describió anteriormente, muchos ayuntamientos están apostando por esta última modalidad para disminuir el número de impagos anualmente, es por ello que además suman la compensación de descuento por apostar por esta forma.
¿Cuándo debe pagarse el IBI?
El periodo de pago dependerá de cada ayuntamiento, ya que cada municipio tiene su periodo impositivo correspondiente, aunque algunos fijan un lapso de pago a voluntad en el que también se hacen descuentos en las cantidades.
En lo que se refiere al monto impositivo, está asociado al año natural, que va desde el 1 de enero al 31 de diciembre. El dueño de esa propiedad el 1 de enero será a quien le corresponda el pago, sin importar si posteriormente a esa fecha se produzca una transacción.
Aumentos del IBI
Como cada 10 años aumenta el valor catastral, esto trae consigo el incremento del Impuesto sobre Bienes Inmuebles, por ello en algunos ayuntamientos, como es el caso del madrileño, después de la revisión catastral emplean coeficiente de reducción al valor nuevo que año a año va reduciéndose, por lo que la cuota va subiendo.
Esta estrategia se emplea para que la subida no sea tan cuesta arriba para los propietarios, puesto que cada año de los 10 siguientes después de la evaluación, el recibo subirá poco a poco.
Otro de los motivos de su encarecimiento tiene que ver con el cambio legal. En el tiempo de Mariano Rajoy en el gobierno se anunció la subida del tipo impositivo, lo que los ayudó a recaudar más de 900 millones de euros de forma adicional.
No obstante, existen ayuntamientos que alcanzan los 18 años sin actualizar el valor catastral de los inmuebles. Específicamente casi la mitad de lo 7.592 municipios de España no lo han llevado a cabo.
Ante esta realidad, es lógico pensar que al momento de realizar la revisión catastral el monto será más de lo que se espera, generando incrementos que generarán incontables desajustes a nivel económico entre los dueños, como ocurrió en Chiclana de la Frontera, en Cádiz, que después de no haber realizado esta acción en el tiempo estipulado, obligó a los propietarios a cancelar 10 veces más que lo reflejado en el último recibo.
El problema de las revisiones del IBI y sus soluciones
Si el valor catastral del inmueble debe aumentar cada 10 años, de igual forma el IBI debe ser actualizado en el mismo tiempo, puesto que uno depende del otro.
En esos casos en los que el valor catastral se actualiza pasados los 10 años, es lógico pensar que el IBI experimentará también una variación a la alza que llegará a desajustar a más de uno. La actualización puede efectuarse con el empleo de una calculadora IBI, o a través de la utilización de un simulador de cálculo del IBI, lo que ayudará al dueño a saber una estimación a pagar.
Haciéndole frente a estas situaciones, los ayuntamientos ocasionalmente facilitan la cancelación con el prorrateo de esos incrementos en los recibos IBI venideros, ayudando a que los propietarios no reciban el monto de improvisto, especialmente en los casos en los que han variado considerablemente, y deben ahorrar para cumplir con el compromiso.
Existen situaciones en las que ese prorrateo no basta para que el dueño pueda hacerle frente al IBI. Es allí donde aparecen los préstamos online inmediatos, como una solución a la falta de liquidez para la cancelación.
Hasta 750 euros en microcréditos que deben cancelarse antes de los 30 días en una de las opciones que esta modalidad ofrece. Se trata de créditos muy rápidos, que deben pagarse también en un lapso muy corto. A este respecto también figura el empeño de coches bajo garantías bien delineadas por el dueño, como otra de las opciones para obtener capital de forma expedita.
Saber cómo se calcula el IBI resulta ser tan importante como las formas como podría cancelarse, en momentos en los que resulta difícil para los dueños poseer el dinero justo para no caer en impago.
Otra de las interrogantes que se suscita al momento de la cancelación está vinculada a los inmuebles inmersos en un proceso de compraventa. El IBI debe ser cancelado anualmente por la persona que es dueña del mismo el 1 de enero, sin importar que la vivienda sea vendida tiempo después. Esta fórmula se aplica siempre para tratar de despejar esta duda frecuente.
De igual forma, en el caso de los arrendatarios, el IBI lo cancela el que esté registrado en el contrato como responsable del mismo. Si es el dueño quien lo cancela, hasta podría repercutir en el inquilino, siempre y cuando esté detallado en el contrato de arriendo.